La fuerza de los viñedos del macizo pirenaico

LA RIQUEZA DE SU PATRIMONIO GENETICO VITICOLA

En un mercado cada vez más competitivo y globalizado, las bodegas deben innovar para diferenciarse. La fuerza de los viñedos del macizo pirenaico es, sin duda, la riqueza de su patrimonio genético vitícola.

Debido a su disparidad geográfica, la historia de sus civilizaciones de la época galo-romana a las peregrinaciones a Santiago de Compostela, los viñedos fronterizos siempre han sido la sede de una gran diversidad de variedades.

A pesar de la implementación de muchos conservatorios de variedades en los últimos años, la perdida de este inestimable recurso natural está sucediendo.

Las variedades que crecen en estado salvaje, o sólo están representadas en un conservatorio o en viejas parcelas podrían ayudar a responder a un tipo de demanda de ciertos nichos de mercado, lo que generaría un alto valor añadido. También podrían aportar complejidad en los vinos «genéricos» mediante operaciones de cupaje. Algunas de estas variedades podrían también ser especialmente adecuadas para las nuevas condiciones climáticas.

Valovitis

que une a tres socios y varias bodegas asociadas permitirá :

U

Identificar

·       de manera exhaustiva, a través de un enfoque participativo, todos los recursos genéticos de los territorios del Piedemonte Pirenáico, evaluar su estado sanitario y asegurar el mantenimiento de variedades en peligro de extinción gracias a sus introducciones en conservatorios y parcelas de estudio.

i

Evaluar

·       el potencial agronómico, tecnológico y aromático junto con la transferencia de los conocimientos a las bodegas, los viveros y los profesionales de la selección de la vid.

La emergencia

·       de estas variedades desconocidas y contribuir a su desarrollo. Estas variedades innovadoras darán una ventaja competitiva a las empresas de la zona POCTEFA lo que permitirá mejorar su competitividad en los mercados, incluyendo la exportación y también mantener el dinamismo económico y social en las zonas rurales afectadas por el proyecto.

¿Sabías que?

La vid salvaje, también llamada vid silvestre es uno de los más cercanos parientes de la vid cultivada.

Se trata de una planta rara y en peligro de extinción hoy en España, en Europa y que está oficialmente protegida desde 1995. Las poblaciones de vid salvaje sufrieron una fuerte reducción con el avance de la agricultura, la decadencia de los bosques durante el periodo medieval y el drenaje de los humedales. Las enfermedades introducidas desde los Estados Unidos en el siglo 19 (principalmente el mildiú, el oídio y el filoxera) han contribuido a hacer más fragiles (incluso a destruir) las poblaciones que sobrevivieron.

El termino ampelografía proviene del griego ||ampelos||

que significa vid y «grafía» que se refiere a la descripción. Presentado por primera vez en 1661 por el doctor Sachs en su libro Ampelographia, el término incluye ahora la descripción y la identificación de las variedades de uva, el estudio de su evolución y las relaciones entre ellos y el conocimiento de su comportamiento (aptitudes culturales y enológicas).

Durante mucho tiempo, la ampelografía solo se basaba en la observación visual de la vid

especialmente en la morfología de sus hojas, de sus ramas y racimos. Las técnicas modernas de genotipado y análisis de ADN nuclear y de cloroplastos han revolucionado esta disciplina. Estas técnicas permiten estudiar las relaciones filogenéticas entre las especies, diferenciar grandes grupos dentro de la especie Vitis vinifera y distinguir las variedades sin tener que esperar el desarrollo de las plantas.

14 descriptores primarios

Para caracterizar rápidamente las variedades de vid, 14 descriptores primarios (de un total de 160 descriptores) fueron seleccionados por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) por su buena capacidad de discriminación entre variedades La mayor parte de estos descriptores son fáciles de observar. Para obtener más información sobre estos criterios, puede visitar la siguiente página web